Se dice que los perros y gatos se odian, pero esto no es del todo cierto, aunque entre ellos puedan existir rivalidades, la convivencia entre ambas especies es posible
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-Debes tener paciencia y conocer bien a tus mascotas, los perros son más sociables y cariñosos mientras que los gatos, suelen ser más celosos e independientes.
-Ten en cuenta que el crecer juntos puede facilitar la situación, o si uno de ellos es un cachorro, pero si ambos son adultos aunque sea complicado no es imposible.
-Tu rol como dueña es muy importante, debes dedicarle tiempo a ambos y buscar actividades que los una, pueden ser juegos o mimos, esto ayudará a canalizar sus instintos.
-El momento de la presentación es crucial, el perro debe estar lo más tranquilo posible, sácalo a pasear y aliméntalo antes. Otra recomendación puede ser sujetar al perro para que el gato pueda explorar con tranquilidad.
-Crea un ambiente propio para cada uno, los gatos son territoriales, colócales la comida y el lugar para dormir por separado.
-No los vayas a forzar.
– Coloca la caja de arena del gato lejos del alcance del perro.
-Dales espacio para que inspeccionen y jueguen, con el tiempo se irán acercando y podrán establecer una gran conexión.
-Tu actitud frente a ellos, será de gran influencia en el estado de ánimo de tus mascotas, no te estreses delante de ellos.
– Y por último, no te sorprendas si al llegar a casa los consigues jugando placidamente. Sin embargo, el carácter de ellos puede influir en la convivencia, y aunque nos esforcemos en que se relacionen bien, no lo congeniarán.
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