Bajo el lema de #ITALIAISLOVE, Domenico y Stefano rindieron homenaje a su país natal. Sicilia, Portofino, Roma, Felini, Loren, la huerta italiana, encapsularon lo que sin duda fue un desfile memorable.
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Mientras que las modelos caminaban con sus celulares tomándose selfies, las propuestas para el próximo verano de Dolce & Gabbana aparecían entonces en dos grandes pantallas. Desde eslóganes y monumentos aplicados, a estampados inspirados en postales y motivos cerámicos, definitivamente el arsenal folclórico italiano se hizo sentir en la ciudad de Milán.
Las notas de Dean Martin en aquella época de los 50 como “”Buonasera signorina” o “Eso es Amore” y un fondo con mercado de frutas, tiendas de cerámicas y una cafetería llamada “Italia es amor” dieron espacio a caftanes y pijamas de sedas, vestidos negros cortos hasta los más largos con dibujos de mosaicos marroquís, todos con la más detallada decoración. Háblese desde un abrigo hasta la cesta de paja o auriculares que lo acompañaban como accesorios.
Ricos bordados, pasamanería típica, vírgenes y rosarios fueron otros de las protagonistas en esta colección. El poderoso mensaje de Dolce & Gabbana “Molto Italiano” siempre se hace escuchar y nosotras lo amamos.
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